¿Qué pasaría si de pronto te enteras de que nada de lo que conoces de tu historia es real? Esto es lo que plantea la serie francesa de Netflix ‘Sol Negro’ (Soleil Noir).
Creada por Nils-Antoine Sambuc; dirigida por Marie Jardillier y Edouard Salier; producida por Lola Manaï y con las interpretaciones de Ava Baya, Thibault de Montalembert, Isabelle Adjani y Guillaume Gouix, entre otros, esta miniserie francesa mezcla drama, crimen y misterio en solo seis atrapantes episodios.
Si esta producción francesa de Netflix llega con varios puntos a favor a la plataforma no es solo por los créditos ya mencionados arriba, sino también porque está coescrita por dos grandes talentos con éxitos ya demostrados: Claire Le Luhern (Furies) y Jules Lugan (Mortel).
¿De qué trata Sol Negro?
Cuando una joven madre soltera de pasado tormentoso decide huir a Barcelona con su pequeño hijo, recibe una notificación que puede convertirse en un buen puente hacia su nueva vida: una oportunidad de trabajo en una plantación de flores. Pero la escala en esta granja le costará verse involucrada en un asesinato y el descubrimiento de datos insospechados de su propia historia.
¿Por qué ‘Sol Negro’ nos atrapó?
Desde su primera escena, puede adivinarse que esta serie francesa no se ahorrará un momento de acción.
Como lo que puede esperarse de una producción para Netflix: la dirección y el guion se esfuerzan en brindar al espectador vivos cuadros de suspenso y muchos giros en la trama.
Definitivamente, un visionado que se disfruta como una aventura de intriga veraniega.
Lo que destacamos:
La sólida e hipnotizante actuación de Ava Baya, quien logra encarnar toda la desesperación de una madre que quiere una mejor vida para su hijo y que, en medio de su carrera, se tropieza con una revelación sorprendente.
Además, el contrapeso en escena que hace al personaje de la veterana Isabelle Adjani es sorprendente. No es fácil enfrentar, dramáticamente, a tal monstruo del cine francés y salir tan airosa.
El guion está muy bien concebido, de manera que no anticipa demasiado la resolución de las subtramas y se guarda lo suficiente para dar su giro final.
La atmósfera es delicada e inteligente en su trampa: juega, por momentos, al soap opera (viejas traiciones que reaparecen, viejos romances que se descubren…), pero sabe cómo no dejarse llevar demasiado y regresar al modo thriller que mueve la línea principal.
Lo que no termina de cerrar:
Lástima que en repetidas ocasiones se rice demasiado el rizo.
No era necesario reiterar ciertas acciones o intrincar tanto algunas puntadas del bordado.
La trama principal es suficientemente clara como para que jugar con ella bastara.
Las continuas pistas falsas puede que por un momento cansen, especialmente al ojo del espectador experto.
Pero, atención: la historia está tan bien construida que estos detalles no la echan abajo.
Nuestra reflexión:
Aunque parece que vamos a ver solo una historia de crimen, terminamos asistiendo a un relato donde los secretos de familia brillan en toda su extensión.
Si los dramas, las intrigas y el thriller te llaman, esta serie francesa limitada se merece que le dediques un maratón.
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