
¿Sabías que a principios del siglo pasado se hizo muy conocida la que habría sido una experiencia de tipo paranormal ocurrida en los predios del Petit Trianon, muy cerca del Château de Versailles?
En Coucou Lola ! queremos compartirte los puntos clave de un suceso que aún hoy cuenta con fieles creyentes y fuertes detractores.
- Primero que nada, ¿qué son los dominios de Trianon? Pues, Louis XIV ordenó crear este lugar privado, no lejos del Château de Versailles, estrictamente reservado para su uso personal.
- Tras la muerte del monarca, su sucesor, Louis XV, edificó el Petit Trianon.
- Luego de que murió Louis XV, el lugar consiguió relevo en Marie-Antoinette, quien lo eligió también como refugio.
- Por «Los fantasmas de Trianon” o “Los fantasmas de Versalles” se hace referencia a un suceso de tipo paranormal que habría sido vivido por dos mujeres inglesas.
- El 10 de agosto de 1901 era un día caluroso y pesado en París. Eleanor Frances Jourdain, de visita en la ciudad, y Charlotte Anne Moberly decidieron hacer una visita turística a Versailles.
- Luego de recorrer la Galerie de glaces y el palacio de Louis XIV, decidieron ir hasta el Petit Trianon.
- Una vez que entraron en el parque el cielo se cubrió, como en modo pretormenta.
- Lo primero que las extrañó fue la manera en que iban vestidos los jardineros (o los que dieron por jardineros) que fueron encontrando a lo largo del camino: a pesar del calor terrible que hacía, ellos llevaban abrigos largos y sombreros tricorne (sombreritos triangulares).
- Más tarde, vieron que una pequeñita y la que parecía ser su mamá iban vestidas de manera antigua.
- Al ratito, llegaron a un pabellón chino que ellas tomaron enseguida por el famoso Templo del Amor. Ahí se cruzaron con un hombre de mirada amenazante. Su cara estaba llena de marcas de viruela y sus ropas lucían también fuera de época.
- Enseguida, un hombre alto, guapo, que llevaba capa y tenía el cabello con rulos cubierto con sombrero les indicó el camino: ellas debían ir hacia una casa que, extrañamente, aunque estaban en verano y en pleno día, tenía las ventanas cerradas.
- Pasado otro rato se dieron cuenta de que una mujer dibujaba tranquilamente. Esta iba con vestido y sombrero blancos y una pañoleta verde: todo, a la vieja usanza. Cuando esta mujer volteó la cabeza para mirarlas, ambas sintieron que se descomponían.
- Siguieron avanzando y llegaron a la casa siguiente. Una puerta se abrió y salió a recibirlas un hombre joven que ellas creyeron era un sirviente. Intentaron disculparse con él ya que pensaron que estaban en una propiedad privada pero este supuesto servidor las llevó hasta el Trianon donde ellas se vieron rodeadas por la celebración de una boda. Ahí terminó su recorrido.
- Las mujeres no hablaron enseguida entre ellas sobre la experiencia. Lo hicieron solo unos días después, de manera ligera, para comentarse lo raras que se sintieron, incluso lo descompuestas, y lo extraño que les pareció que las gentes estuviesen vestidas de esa manera fuera de época.
- Tres meses más tarde volvieron a platicar sobre los hechos. Les preocupaba que solo una de ellas viera a la mujer con la niña y la otra nada más que a la mujer. Además, la segunda había descubierto que aquella se parecía enormemente a un retrato de Marie-Antoinette pintado por el artista sueco Adolf Wertmüller.
- A esas alturas, también habían dado con otro descubrimiento: el traje de aquellos que creyeron jardineros era, en realidad, igual al de los guardias suizos de Marie-Antoinette.
- Eleanor regresó sola a Versailles en el año 1902. Encontró que los lugares le parecían diferentes. A ella le seguía sonando en la cabeza una música que escuchó aquel primer día en esos predios y que luego de investigar supo que podía pertenecer al año 1780.
- En 1904, las dos regresaron al Petit Trianon. Se dieron cuenta de varias cosas: que un puente que habían cruzado no estaba más; que la puerta que se abrió y las condujo a la boda llevaba muchos años clausurada -con lo cual, se hacía imposible e inexplicable que la hubiesen conseguido abierta aquella vez- y que el hombre con la cara marcada con la viruela era idéntico al Conde de Vaudreuil.
- Finalmente, ellas escribieron estos hechos, bajo seudónimos, en un libro que alcanzó gran éxito: An adventure.
- Si bien muchos se burlaron, otros se lo tomaron en serio, más que nada porque resultó que las dos damas pertenecían al ámbito académico (a Oxford, específicamente). Quiere decir que entre especialistas ellas no eran tenidas por charlatanas.
- Quienes creyeron a pie juntillas el relato, concluyeron que las mujeres habían tenido acceso de alguna manera a una especie de saldo de la memoria de Marie-Antoinette en días particularmente cargados de emoción. Incluso, Eleanor supo que Marie-Antoinette estaba en el Petit Trianon el 5 de octubre de 1789, el día de la marcha del pueblo a Versailles. Que ellas entraran así a esos saldos de memoria podría hallar una explicación en el hecho de que ese día cargado y pretormentoso podría haber generado una electricidad que habría funcionado como elemento facilitador.
- Quienes desestimaron lo ocurrido aseguraban que las mujeres en realidad se habían encontrado con actores vestidos de época y que el malestar que ambas sintieron se los habría provocado el bochorno del día.
- Vale destacar que las amigas insistían en que habían visto elementos del siglo XVIII que ellas ignoraban que existían antes de sus investigaciones. Además, el incidente del Trianon no era ni su primera ni su última visión paranormal.
- En los años 50 la parapsicología francesa retomó el caso. Les llamó la atención que las dos decidieran mantener el anonimato y que hayan sido personas reconocidas por la Academia.
- Les fantômes de Trianon se publicó en 1959, ¡con un prefacio de Jean Cocteau!
- Un especialista de la historia parisina, Guy Lambert, propuso el reinado de Louis XV -específicamente el año 1774-, más que el fin del reinado de Louis XVI, como la época del pasado que las académicas percibieron.
- ¿Recuerdan la especie de pabellón chino que Eleanor y Charlotte vieron? Por un lado, Lambert dedujo que las dos inglesas habían captado un trazo de memoria de uno de los jardineros de Versailles, Antoine Richard. Por otro, el conocido periodista Franck Ferrand, en su programa Les pieds dans le plat del 27 de noviembre de 2013, dijo: “Nos burlamos mucho de ellas, pero lo que es extraordinario es que más de 50 años después se descubrió en la Biblioteca Municipal de Versailles, entre unos archivos poco utilizados, unos planos que presentaban un pabellón chino que es exactamente igual a la descripción que ellas habían dado en 1907”.