
Confesamos dos cosas. Una, ¡amamos la música francesa! Dos, en 2018 estuvimos como nunca antes al pendiente de las novedades de la escena musical francesa.
Por eso queremos compartirles algunos -¡solo algunos!- de los álbumes que más nos llenaron de amor y cosa francesa en este año que ya se nos va.
La selección corrió a cargo de Lola Mendoza, ¡que la disfruten!
Christine and the Queens – Chris
Después de tres años de miniausencia –Chaleur humaine, reversión de su disco debut, Christine and the Queens (2014), data de 2015-, la francesa Héloïse Letissier regresó al ruedo con mucho más que nuevos aires. Para comenzar, ya no es Christine sino simplemente Chris, un cambio de nombre que vino acompañado de una nueva estética andrógina que no sería solo una decisión artística (entendida en su sentido espectacular) sino también una abierta posición de defensa de la diversidad de géneros fuera de las etiquetas convencionales. Además, lanzó un álbum -homónimo con su nuevo nom d’artiste– que resultó ser una joya cargada de funk, disco, dance, pop y hip hop con su respectivo toque de Chanson française. Este Chris vino en dos versiones, en francés para el mercado francófono y en inglés para el mercado anglosajón; nosotros, ¡claramente!, nos decantamos por la versión francesa.
Hollydays – Hollywood Bizarre
El dúo parisino de electropop que conforman Elise Preys y Sébastien Delage nos venía sorprendiendo hace rato con sus singles y EP’s. Este año, finalmente, publicaron su primer larga duración, Hollywood Bizarre: 13 temas pop -con fuerte acento en los sintes y un cierto acercamiento al tecno- en los que van sin miedo de la luz a la oscuridad y le entran con elegancia inteligente y muy francesa a las letras mordaces.
Barbagallo – Danse dans les ailleurs
Lo asumimos sin culpa ni vergüenza: en Coucou Lola ! somos absolutamente fans del baterista de Tame Impala. A la par de su trabajo con el quinteto australiano, Julien Barbagallo viene manejando una hermosa carrera solista en la que -¡oh, sí!- canta en francés. En 2018 nos compartió su hermosísimo segundo larga duración, Danse dans les ailleurs: una bomba folk, pop, variété française de melodías encantadoras e íntimas.
Radio Elvis – Ces Garçons-là
Pierre Guénard, Manu Ralambo, Colin Russeil son Radio Elvis, el trío que este año se coronó como una de las propuestas más potentes de la nueva escena musical gala con su segundo disco, Ces garçons-là: rock luminoso y juguetón para la pista de baile con coros ultrapegajosos, en maridaje justo y agradecido con el pop francés.
Bigflo et Oli – La vie de rêve
Este tándem del rap francés estrenó un álbum en el que rinden homenaje a su infancia y se permiten hacer crítica social de un asunto peliagudo para Francia y Europa, la migración, con el que demostraron una vez más lo merecido que tienen el puesto de nuevas estrellas de la movida hip hop francesa, que se lo ganaron por méritos propios. Los hermanos Florian y Olivio Ordonez (por cierto, de padre argentino y madre de origen algeriano) convencen por la humildad y el espíritu orgánico tanto de su música como de sus humanidades. La vie de rêve es un tesoro de poesía hip hop que camina entre la nostalgia, el llamado a la conciencia y el humor sin complejos ni pretensiones obvias. Nuestra preferida: «Maman» («Mamá»), un canto de agradecimiento y amor a su madre: «¿Cuál madre anima a sus hijos a hacer rap? ¿Por qué todavía te preocupas? Dime, ¿por qué todavía te preocupas? ¡Crecí, mamá!».
Flavien Berger – Contre-Temps
Flavien Berger es un artista excepcional. Digno representante de la generación milenial, su primer contacto con la música -específicamente con la composición- ocurrió a través de su Playstation 2 gracias al Music 2000, un jueguito de música en el que una pizarra representa una partitura y el jugador debe samplear para componer sus propias melodías. Contre-Temps es su tercera producción; para este disco, Flavien trabajó con Logic y lo grabó en su casa, en un espacio que era casi más una habitación que un estudio. ¿El resultado? Uno de los mejores discos franceses de 2018: una placa poética plena de elegancia, estilo, personalidad y creatividad.
Clara Luciani – Sainte-Victoire
La ex La Femme ya nos había regalado un EP (Monstre d’amour, 2017), que significó su debut como artista solista y en el que giraba más evidentemente hacia la Chanson française. En aquel, su entonces reciente ruptura amorosa era la protagonista. Este año se estrenó su primer larga duración, Sainte-Victoire, una belleza muy pop en la que, si bien el eclecticismo es regla, deja fluir más la influencia de su paso por La Femme. ¡Y hasta se permite versionar a los ingleses de Metronomy!
L’Impératrice – Matahari
Después de que nos enamoraron con su EP Odysée (2015) -especialmente con la rola «Agitations Tropicales»-, el sexteto nos trajo a principios de 2018 su Matahari, un LP en el que mezclan con toda la onda francesa el funk, el disco, el jazz y la chanson.
Thérapie Taxi – Hit Sale
Adélaïde Chabannes de Balsac, Raphaël Faget-Zaoui y Renaud Bizart Vincent son Thérapie Taxi, un trío parisino que mezcla hip hop, pop, rock y electro con bastante de luz y suficiente desparpajo. Tras un EP homómino en 2017 y un par de sencillos posteriores se tiraron a la alberca sin miedo este año con Hit Sale, una primera placa bien bailable con muchos sintes y 14 títulos (que ya tiene su versión extendida, Hit Sale Xtra Cheese, a la que sumaron 10). Letras descontracturadas y directas en las que exponen su mirada acerca de las relaciones o de situaciones tantito delirantes.
ZAZ – Effet Miroir
Isabelle Geffroy puede que sea la artista joven francesa más conocida fuera del Hexágono. Desde que irrumpió en escena con su disco homónimo en 2010, los francófilos del mundo no hemos hecho más que, además de amarla, mantenernos al tanto de sus novedades. Este año nos sorprendió con su tercera larga producción de estudio. Quizás porque pasaron cinco años (Recto Verso data de 2013) sin publicar canciones inéditas, su Effet Miroir resultó ser una perla superbe y madura que no sigue ningún hilo como tal. En una onda que se acomoda más a la idea del pot-pourri, nos presenta a una Zaz melancólica (Chanson y vals françaises), una Zaz oscura (rock), una Zaz luminosa (pop) y una Zaz más bailable (disco-funk).