
La serie francesa de Netflix Atracadores ( Braqueurs ) viene de estrenar su segunda temporada el 17 de febrero y dejó claro que sabe apuntar todavía más arriba: sumó a su historia de drama y crimen nuevos personajes, un importante giro al relato original y un elemento latinoamericano, representado en el Cartel de Los Soles.
Por si no lo recuerdas, al final de la primera temporada de Atracadores Mehdi lo ha perdido casi todo. A punto de caer, llega Liana a salvarlo. Ahora que Mehdi, Liana y Tony quieren irse de Bélgica, la entrada en acción de un nuevo enemigo, el cartel venezolano de Los Soles, llega a perturbar sus planes, con la intención de establecerse en Anvers. Quizás, la única alternativa del trío será unirse a sus antiguos rivales.
Esta serie francesa de acción y drama es la adaptación que hizo el propio Julien Leclercq de su película homónima de 2016.
En una y en otra repitió con su actor fetiche, Sami Bouajila, con quien también trabajó en varias producciones más -como La terre et le sang o Lukas– y que aquí luce imbatible, completamente adueñado de su papel: una mezcla entre criminal y héroe que busca hacer lo correcto.
Desde Chrysalis (2007), Leclercq ha tenido suficiente tiempo para perfeccionarse en el género de crimen/policial de acción. En la segunda parte de este seriado se anota varios puntos a favor que hacen que el programa logre repotenciarse.
¿Por qué tienes que ver ya la Temporada 2 de Atracadores?
Porque la trama se enriqueció
Además de la incorporación de ‘Los Soles’, lo que llega para refrescar el relato y conferirle un nuevo dinamismo, las nuevas situaciones que de esto se desprenden reaniman a los personajes, sus vínculos y sus papeles en la historia.

Por el reforzamiento de los personajes conocidos y la atinada llegada de otros
En esta segunda etapa, Mehdi, Liana, Tony y Saber consiguen crecer dentro de la acción y mostrar nuevas puntas de sus dimensiones humanas, consiguiendo así hacerse todavía más cercanos y generando mayores cuotas de empatía.
En paralelo, la entrada de nuevos rostros resulta certera.
Y, entre todos estos últimos, destaca el veterano Joaquim de Almeida, quien construye un gran villano, de esos a los que el público odia apasionadamente desde el primer momento.
Se trata del policía corrupto Bucho. De Almeida no se ciñe al estereotipo del papel, va más allá y genera credibilidad, fluidez y una fuerza que no decae un solo segundo. Cada una de sus apariciones termina siendo inolvidable.
Por su cuidada cinematografía
Es cierto que el creador es maestro en el género, pero si a esto se le añade que para esta temporada repite con Wim Vanswijgenhoven como director de fotografía, todo se potencia.
La textura cinematográfica le da otro nivel a esta serie, al punto de que se pueda percibir como una película dividida en seis entregas.
En general, hay que decirlo: esta segunda parte optimizó y superó su puesta en escena.
Por su acción en dosis perfectas
Si bien esta es una serie en la que la acción es uno de sus principales fuertes, a esta se la ofrece en cuidadas dosis, de manera que no cansa, no llega a ser repetitiva.
A la par de esto, cada escena de violencia está bien armada, bien desarrollada y bien ejecutada, con el ritmo y el pulso medido para que las coreografías resulten orgánicas, verosímiles.
La tercera temporada de Atracadores
La segunda parte del programa se convirtió en número 1 en Netflix Francia y se ubicó en los 10 primeros puestos de Netflix global al poco de su estreno.
Esto hace suponer que una tercera entrega es más que posible, aunque todavía Netflix no se pronuncia sobre la renovación de esta emocionante serie francesa.
¡Estaremos atentos para ir actualizando la info!
Coucou Lola ! Pasión por Francia y la cultura francesa