
“Un homme est toujours la proie de ses vérités.”
(«Un hombre es siempre presa de sus verdades»).
Albert Camus
El 4 de enero de 1960 moría en un terrible accidente el escritor y filósofo francés de origen argelino Albert Camus, que había recibido el Premio Nobel de Literatura apenas unos años antes, en 1957.
A su muerte tenía solo 46 años y pasó a la inmortalidad como una de las figuras-faro de la corriente del absurdo.
Todavía hoy es el escritor más leído por los jóvenes franceses -¡y por cualquier francófilo/a de hueso colorado!-. Su legado es el de una literatura tan inmensa como popular: jamás aceptó el hermetismo de las ideas ni un lenguaje que no fuese accesible al pueblo.
¿Quién no leyó aún La peste o El Extranjero, por ejemplo? Obras de la literatura francesa tan vigentes y universales ahora como lo fueron en su tiempo.
El extrañamiento y la condición humana fueron sus principales sujetos.
Hoy lo recordamos en su discurso de recepción del Nobel.