En la casa (Dans la maison) plantea los difíciles límites entre la realidad y la ficción y la responsabilidad ética de los escritores a la hora de tomar la vida de otros para hacerla sujeto de sus creaciones. Y para ello no se carga de moralinas o lugares comunes, sino que ofrece un relato intimidante en clave de thriller.
Claude Garcia tiene 16 años de edad y una cierta precocidad intelectual. En medio de sus primeros ardores sexuales, propios de la entrada en la adolescencia -y, en principio, nada más que como respuesta a un ejercicio escolar literario-, comienza a introducirse en la casa de uno de sus compañeros de clase. Más que solo en su casa, en su familia. Y más que solo en su casa y en su familia: en el radar de su madre. Luego de mostrar las primeras redacciones de esta aventura a su profesor de literatura, este, emocionado con la idea de fungir como tutor literato para el joven, anima al chico a ir más lejos… sin mucho medir las consecuencias.
Es el genio cinematográfico de François Ozon (Swimming Pool, Jeune et jolie) el que está a la cabeza de la dirección y la coescritura del guión de esta película francesa, traspolación de la obra de teatro del español Juan Mayorga, El chico de la última fila.
Ozon construye un relato de una tensión profunda y sostenida con perfecto ritmo creciente que se gana toda la atención del espectador durante los 115 minutos de visionado.
Pero, ojo, que aquí no es todo tan oscuro: el realizador deja colar en la narración -en la medida justa y a modo de operación quirúrgica- al humor. Y, ¿quién mejor para encargarse de esas dosis de comedia que el gran Fabrice Luchini?
Luchini es el maestro. Resentido, sin logros importantes y hasta quizás sin mucho talento para el oficio de escritor: así es el tremendo personaje que encarna el conocidísimo actor francés para esta producción.
En este entramado ningún personaje sobra: con los pocos vínculos que en él se establecen se logra armar todo lo necesario para un excelente filme en el que el misterio tiene el mayor peso del gancho.
Kristin Scott Thomas, Denis Ménochet y Emmanuelle Seigner forman parte del casting principal. Los tres funcionan como soporte perfecto al desarrollo dramático.
Pero, sin duda, es el chico, encarnado por Ernst Umhauer (Les revenants), quien logra captar toda la atención, en todo momento. Su interpretación logra un equilibrio sutil entre lo orgánico y lo visceral. Su registro histriónico y su dominio escénico le permiten sin dificultad ni sobreactuación mostrarse en unos momentos inocente y en otros amenazante y perverso.
Un juego lúcido y brillante que en su ambiciosa narrativa crea un bien logrado cóctel en el que se mezclan coming-of-age, suspense, melodrama, comedia y noir.
En la casa
Dans la maison
François Ozon
Francia, 2013
Coucou Lola 