Con este nombre se han escrito libros, cantado canciones, creado poemas, realizado películas… Solo mencionarlo nos lleva a un estado de ánimo especial.
Pero, ¿ya sabes por qué París se llama París?
Quienes conocen el cómic de Astérix ya saben que antes de llamarse así, la ciudad recibía el título de Lutèce.
Pues bien, hay que ir un poco más atrás.
En el siglo III A.C., antes de la invasión romana, llegó a asentarse en el espacio que hoy conocemos como la Ciudad Luz un pueblo celta de pescadores. ¿Cómo se llamaba? Justo, los Parisii, que podría traducirse por algo como «los que fabrican calderos» (« ceux qui fabriquent des chaudrons »).
Estos personajes no le dieron un nombre formal a su recién formada villa, de manera que, para referirse a ella, se hizo común el apelativo de «la ciudad de los Parisii».
Esto, hasta que dos siglos más tarde el emperador romano Julio César obtiene una gran victoria en Alésia que le permite imponer el poder de Roma en toda la Galia.
A partir de ahí, los Parisii, que habían conseguido resistir, deben reconocer su derrota. Y esto implicaba aceptar el cambio de nombre de su ciudad.
Los romanos no eligen un nombre tan original, sino que parten del nombre de los Parisii: la rebautizan Lutèce, Civitas Parisiorum y Ciudad de los Parisii.
Cuando cae el Imperio Romano, en el siglo V D.C, París se convierte en la capital del reino de los Francos, con el rey Clovis a la cabeza.
Es Clovis quien renombra la capital como Apud Parisios.
En el siglo IX este nombre se simplifica y deviene Paris.
Vale decir que el legado de la presencia celta quedó inmortalizado en el nombre de varias ciudades parisinas extrarradio, como Villeparisis o Cormeilles-en-Parisis.
*Con información de RTL, Le Figaro.
Coucou Lola 
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