
Saint-Malo es conocida también como la “Ciudad Corsaria” y como una ciudad amurallada.
Ubicada en Bretaña, al Noroeste de Francia, dentro de sus especialidades gastronómicas se encuentran las galettes (crêpes de sarraceno), la sidra, los frutos del mar…
¡Buenas noticias!
¡Ya puedes probar varias de estas delicias en la Ciudad de México!
En el Mercado Roma abrió Saint-Malo CDMX, una propuesta Gourmet con un grado de integración de materias primas de Bretaña que cuenta con un menú corto y tradicional, acompañado de sidra elaborada en la Bretaña francesa. Una propuesta moderna de alimentación para personas con un estilo de vida que requiere alto rendimiento donde cada quien tiene control de las calorías y valor nutricional de cada alimento que se consume. La base de los alimentos es harina de trigo negro, la cual está clasificada como superfood y es libre de gluten.
Saint-Malo es uno de los más importantes puertos de Francia y fue el mayor puerto del país galo durante el siglo XVII.
Son famosos tanto su laberinto de calles empedradas, como su recinto circular amurallado (construido con granito) que data del siglo XIII y que protege a la ciudad con sus dos kilómetros de largo y sus siete metros de espesor.
En el medioevo atrajo a navegantes, pescadores, piratas y corsarios. Entre estos últimos, el más famoso: Robert Surcouf, que se mantuvo al servicio del Rey de Francia y fue un verdadero azote para las naves españolas e inglesas.
El interior de Saint-Malo quedó considerablemente destruido por la Segunda Guerra Mundial, pero se lo reconstruyó y así recuperó su esplendor inicial.
Gregory Letort -que aprendió a hablar español en Argentina, antes de venir a México- es el Mayor Francés a cargo de Saint-Malo CDMX. Humilde, sencillo y atento, explica que los platillos que prepara y sirve aquí son herencia directa de su familia. En especial, de su tía, quien, por ejemplo, le enseñó el secreto para unas quiches perfectas.
¡Por favor, tienen que venir a probar lo que son estas quiches!
En Coucou Lola ! nos convertimos en unos cazadores de quiches -así que nos creemos (cof, cof) muy expertos- y podermos decirles que estas son, hasta ahora, las más ricas que pudimos probar en CDMX.
Base de masa, ¡casera, no prefabricada!, con el espesor ideal, crocante y suave (¡es magia!). Se las puede conseguir aquí de salmón, vegetariana y la clásica Lorraine (de tocino). Tanto el relleno como las porciones, además, son generosos. Las quiches vienen acompañadas con papas fritas -claramente, ¡a la francesa!- y una ensalada con un aderezo sencillamente perfecto.
Miguel Tirado es la otra parte de esta propuesta. En visita a Coucou Lola ! en la radio nos platicó que conoció a Gregory aquí en México y que fue durante sus charlas sobre la comida sana y la multiculturalidad cómo nació esta gran idea… ¡Un año, nada más, les llevó hacerla realidad! Se cuenta fácil, pero detrás hay un montón de trabajo y de atención a los detalles más especiales.
Entre estos, los ingredientes: solo para hablar de la sidra, esta viene directo desde la Bretaña francesa. Ocurre, esto nos enseñó Gregory, que es muy común acompañar ciertos platillos, como las galettes, con esta bebida local. Vale decir que degustamos esta sidra (en su versión más seca y en su versión dulce) y nos voló la cabeza: pura delicia. Nada que ver con cualquier otra que hayamos bebido antes. ¡Recomendamos fuertemente!